jueves, 5 de febrero de 2009

El Arte de la Guerra. Sobre lo lleno y lo vacío

El conocimiento que un contrincante tiene de la formación del otro puede ser decisivo en la batalla.


Generalmente, mientras un ejercito no inicia el ataque no es claramente visible la formación con la que va a actuar.


Por eso si quieres atacar debes movilizar al enemigo, pero debes hacerlo de forma que protejas tu defensa.


Encuentra el punto en el que puedes movilizarlo. Si por ejemplo está cansado, haz que se mueva. Si tiene que reprovisionarse, corta su vía de suministro. Haz qe se movilice para que te muestre su formación, de que manera se mueve y actúa, y así poder identificar el punto débil en el que debes atacar.


Como Tzu dice en capítulos anteriores, el éxito de la batalla está en conocerte a ti mismo y a tu enemigo, pero si el enemigo no se muestra, debes ejecutar tácticas que lo movilicen.

Al mismo tiempo, el secreto para que tu enemigo no sea capaz de atacarte de la forma más efectiva está en que nunca le muestres tu formación. Que no sea capaz de ver que forma tienes, y por tanto no sepa cual es tu punto débil.


Para lograr esto debes ser rápido y sigiloso. Provocar su reacción y movilizarle hacia donde no es peligroso para ti. Y cuando adopte formación de combate y se prepare para el frente que le has hecho percibir como crítico, reunificar tus fuerzas y atacar en su punto débil: la retaguartia cuando ataca, el flanco derecho cuando se desplaza hacia la izquierda…

1 comentario:

  1. BACAN MAN, APOYAS MUCHO A COMPRENDER UN LIBRO QUE ES MUY BUENO PERO NO SE DEBE DE COMPRENDER SIMPLEMENTE COMO UN MANUAL PARA MILITARES

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