sábado, 7 de febrero de 2009

El Arte de la Guerra. Sobre los nueve cambios

Normalmente la guerra es la respuesta a las negociaciones de los gobiernos civiles. Cuando esto sucede los ejercitos han debido estar aguardando la posible batalla.

Es fundamental escoger el terreno donde se aguarda. No estar en zonas de dificil escape, rodeados de montañas que den oportunidades al enemigo, ni en zonas aridas o escasas en suministros como agua.

Mientras se aguarda a la batalla el terreno debe ser el adecuado y, por si hubiera que escapar ante el enemigo, se debe estudiar cada posible via de escape y preparar la retirada de forma que cada salida sea la mejor posible.

Esto significa que no importa por donde se escapa, cualquiera que sea la salida que debamos tomar debe estar pensada para ser la mejor via de escape.

Tanto en el ataque como en defensa, el general vencerá si es capaz de adaptar su formación a la situación concreta que cada instante requiera. Y para tomar la decisión debe ser capaz de calcular la situación entre daño y beneficio. Saber que daño se esta dispuesto a recibir y en persecución de qué beneficio.

Y cuando se está tranquilo se debe recordar la posibilidad de que los malos momentos regresen. Tendemos a olvidar las crisis en tiempos de bonanza, el caos cuando estamos ordenados y la guerra cuando estamos a salvo.

Olvidar las situaciones negativas nos expone y nos debilita ante ellas.

Cuando llega la tranquilidad se debe reforzar las defensas, enriquecer al pueblo, acumular recursos y estar vigilante ante las amenazas.

Hay cinco rasgos que hacen débiles a los generales, facilmente aplicables al mundo de la empresa:

  1. Los que están dispuestos a morir, pueden perder la vida - Quien actúa con su empresa como un kamikaze seguramente acabará cerrando
  2. Los que quieren preservar la vida, pueden ser hechos prisioneros - Los que ceden para sobrevivir serán adquiridos
  3. Los que son dados a los apasionamientos irracionales, pueden ser ridiculizados - Los que centran su actividad en ideologías poco lógicas serán rechazados
  4. Los que son muy puritanos, pueden ser deshonrados - Los que no actúan por respeto a las normas más exageradamente limitadoras pueden verse obligados a actuar de esa forma que rechazan
  5. Los que son compasivos, pueden ser turbados - Quien se niega a atacar al enemigo, será atacado

Los grandes líderes son responsables, pero actuan con determinación; se adaptan a cada situación; no se dejan llevar por sentimientos, sino por la certeza de la objetividad, los datos del entorno y el sentido comun; si ven una oportunidad, atacan, si no, se protegen para que los competidores no vean la oportunidad en ellos.

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